Hoy que me he levantado con anginas y sin voz, con mucho sueño y ojeras por haber trasnochado viendo el programa de moda "LA VOZ", me ha venido la vena crítica y malhumorada de quien está enferma y cabreada.
Que LA VOZ es un programa de éxito no cabe duda. Que LA VOZ es el mejor "entertaiment show" de este año tampoco nadie lo duda. Pero que detrás de LA VOZ hay mucho más, eso puede que a no todos les llegue.
De entre miles de personas, 56 artistas (para mi es artista todo aquel que provoca un sentimiento en alguien, sea quien sea) se "batiran" en duelo musical en cada programa para ir pasando las diferentes fases del concurso hasta encontrar un único ganador. Una seríe de peleas de gallos que el programa mima de manera especial, poniendo el punto justo de competitividad, pero sin dejar de lado que en la música, hasta el que canta en la ducha tiene oportunidades. Y no me ha sorprendido ver la naturalidad con la que se valora cada una de las actuaciones, tanto por los propios coaches de los artistas como por los demás profesionales. Quizás por eso, porque son profesionales, porque saben que el mundo de la industría musical es tan amplio como gustos tienen los fans. Y aunque haya que "mojarse" como ellos dicen, se valen más de los sentimientos que reciben en cada acorde, en cada nota, en cada voz, porque, en cierto sentido, ellos también son fans. Son fans de lo que les toca el corazón, de lo que les motiva y provoca emoción, de lo que les hace sentir, de lo que les evoqua algo especial. Dejando de lado que en cada programa habrá momentos duros, todos, sin excepción, concursantes, coaches, maestro de ceremonias y hasta el apuntador, van a conseguir seguro enseñarnos a no ver con los ojos y a ver con el corazón, a sentir, a emocionarnos, a agudizar el sentimiento fan que todos llevamos dentro.
Y seguramente que haya opiniones contrarias y mucho más críticas con el formato, la idea o los objetivos del programa, pero como diría el gran Risto, todo acaba cuando se encuentra "el mejor producto", aunque mi opinión es que esta I+D es algo diferente, porque al producto vamos a tener la oportunidad de testarlo muchas veces durante su proceso de elaboración, teniendo la oportunidad, ese mismo producto, de enseñarnos que tambien tiene alma. Y eso, queridos amigos, no se fabrica, viene de serie con el artista, como nos demuestran cada semana, profesionales como Melendi o Rosario, almas llenas de humanidad, honestidad y sencillez.
Mención especial a los ayudantes de bandera que se han buscado los coaches, Luis Fonsi, Nek, Tiziano y el gran Antonio Carmona.
