domingo, 19 de junio de 2011

CRÓNICA DIA DE LA MUSICA HEINEKEN 18/06/2011


Crónica de Clara Hernandez (periodista). -síguela en twitter: @clarittis-

(para ver el trailer click AQUÍ)
La música había comenzado a sonar mucho antes de que Vetusta Morla se subiera al escenario -de hecho, los madrileños eran los penúltimos en un cartel del Día de la Música formado por casi una treintena de bandas- pero el recinto del Matadero de Madrid, con un cartel tentador para los amantes de los ritmos independientes, no se llenó del todo el pasado sábado hasta que el sexteto hizo su aparición.
Somos seis amigos que hacen música; lo demás son accesorios Alrededor de 120 minutos tuvieron que esperar en la puerta algunos de los asistentes para escuchar de boca de Pucho -cantante de la formación- éxitos como Un lugar en el mundo o los acordes de su último álbum, Mapas, que, en directo, la banda factura con la misma destreza que en su CD. El solista recordó a los indignados de las acampadas del 15-M y restó importancia a la expectación con la que habían sido recibidos con una voz más endeble que la que utiliza para entonar los estribillos épicos del grupo: "Somos seis amigos que hacen música. Lo demás son accesorios", explicó con modestia, tímido, antes de cantar Copenhague, Valiente o Los días raros, esta última una de las canciones más aplaudidas del nuevo repertorio.
Fueron muchos los que abandonaron el Matadero una vez que el sexteto terminó su actuación, convencidos de que un concierto de Vetusta Morla bien vale los 15 euros que costaba la entrada. Los que no lo hicieron tuvieron oportunidad de familiarizarse con los ritmos lunáticos y excitantes de Crystal Fighters, una propuesta de apariencia anglosajona pero fundada -¡ojo!- en Navarra. Los que los busquen en Spotify -probablemente muchos de los que siguieron su espectáculo- echarán tal vez en falta parte de la energía y el agitar de melenas que el grupo despide sobre las tablas y que consiguió convertir el segundo escenario más grande de la muestra en una enorme pista de baile. Aunque no siempre, porque Crystal Fighters pueden ser electrónicos y ruidosos, o bien una ejemplo de coros angelicales para mas tarde lucir una expresión buenrollista y hippyrastafari (agujeros en los codos de la chaqueta incluida) o rara.
Antes que ellos destacó Anna Calvi, esa misteriosa británica que ha enamorado con unas pocas canciones -solo tiene un disco publicado- a Brian Eno y a Nick Cave. También sedujo al público del Día de la Música con su voz grave y poderosa, sus labios rojos y los extraños instrumentos que tocó su compañera Mally, entre ellos un armonio.
Pero si un grupo fue capaz de calentar el ambiente con anterioridad a Vetusta fueron The Pains of being pure at heart. Lo suyo es un pop luminoso, casi naif, que a veces se acerca a Belle & Sebastian y, otras, a The Smiths. Muy divertidos.
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