En la actualidad musical, reconocer nombres de artistas, es directamente proporcional a las masas que lo siguen. Ellos, los fans, consiguen que se repita una y otra vez, su nombre, sus canciones, sus méritos, sus conciertos,... consiguiendo ser la publicidad más eficaz que existe hoy día en este mundo de redes sociales y el boca a boca. Así pues no es de extrañar que los mismos artistas busquen el contacto directo con sus incondicionales para aumentar las posibilidades de promoción. Y a veces de resultado. Es el caso de Juan Valverde. Ese nombre que a muchos/as les sonará poco a nada, que los que tenemos una cierta edad, asociamos al desaparecido grupo La Caja de Pandora, pero que si te mueves un poco por las redes sociales, descubres que hay vida después de... Juan Valverde ha sabido renacer de sus propias cenizas desde que en 2009 dejara el grupo LCDP y ha estado buscando su sitio en este mundo de lobos hambrientos y otros animales carroñeros. Ha puesto todo su interés en buscarse la vida para promocionar sus propias canciones, sus propios vídeos, consiguiendo actuaciones y logrando el apoyo de quien ha visto algo en él para, cual ave fénix, retomar su carrera "al otro lado del río".
Ese río que tantas veces intentó cruzar a nado y tubo que volver a la orilla porque o bien había pirañas inmensas y hambrientas, o bien por no acompañar el momento ni la suerte, o bien porque no hubiera conseguido el apoyo de un buen flotador que , en la actualidad, lo tiene gracias a esos fans que han utilizado cuantas armas estaban a su alcance y sobretodo el boca a boca para que hoy Juan Valverde sea conocido como Juan Valverde y haya conseguido cruzar ese río bravo con éxito. Un éxito que no ha visto llegar tumbado mientras recoge mieles, le ha llegado trabajando, dejándose la piel en su música, en su propia promoción, en su contacto directo,.. y que aún siendo ya un nombre conocido, sigue en pie de guerra, luchando para que Juan Valverde sea por mucho tiempo Juan Valverde.
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